Introducción
Es común y constante observar y leer artículos en los que se hace
referencia a que determinados plaguicidas ya no son efectivos contra los
patógenos para los que debería serlo. Esto es así desde los comienzos del uso
de agrotóxicos, sólo que, con el devenir de la agricultura de los últimos
tiempos, se ha tornado aún más notable.
La causa de esto es la generación de resistencia por parte del patógeno
hacia el principio activo con el cual se lo está atacando. Esto no es ajeno a
los fungicidas y entre ellos a los de mayor uso en la actualidad,
benzimidazoles, tiofanatos, estrobirulinas, triazoles, carboxamidas, entre
otros
Hay un sinnúmero de razones por las cuales un fungicida puede fallar, entre las que podríamos citar un diagnóstico erróneo, deficiencia de aplicación (momento, técnica, dosis), factores ambientales, prácticas culturales, presencia de resistencia por parte del hongo, etc. (Continuar leyendo en el descargable).